Esperaban un grupo menor y Dios bendijo con un gran grupo de ciento cincuenta personas. Los líderes de la renovación carismática y algunos otros movimientos estuvieron allí. Desde España y desde Colombia se estaba sembrando en oración el encuentro y cuando es así, todo sale bien, Dios se manifiesta con poder. Estuvimos en la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes y San Justino, un templo amplio y muy confortable. Vivimos el encuentro de diez de la mañana a seis de la tarde, asistieron parejas y familias, hombres y mujeres , todos en un espíritu de profunda reflexión, realmente el grupo estaba recibiendo con corazón abierto éstos talleres de Sanación, Bienaventuranzas, pelea limpia, cómo recuperar la confianza a través del perdón, intimidad sexual, mensajeros del amor y los hijos una bendición.
Damos la gloria a Dios por ésta siembra maravillosa que El hizo, a través de la comunidad Hombres y Mujeres de Futuro que busca la reconciliación familiar a través de procesos de liderazgo de hombres y mujeres. La presencia de hombres en el encuentro fue muy buena, gracias a Dios por ese compromiso de tantos hombres que quieren asumir su llamado y su vocación como discípulos misioneros.
Esperamos que haya muchos encuentros de hombres, mujeres, parejas y familias en éste continente. Las promesas que Dios hace las cumple, hace 13 años en una oración, cuando apenas la fundación estaba empezando, habíamos, captado ésta promesa de que iniciaríamos en Colombia y de allí iriamos, cruzando el mar, hacia Europa. Hoy la comunidad se extiende más allá de las fronteras, servimos a un Dios fiel, a un Dios misericordioso, a un Dios que nos ama, que cumple sus promesas, por eso podríamos todos decir a una sola voz: : “yo creo en las promesas de Dios”.
 
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