Vivimos otro de los momentos más significativos de este viaje. Tuvimos un encuentro con 85 personas, padres de los niños y niñas que se están preparando para la primera comunión y la confirmación.
Compartimos con ellos el taller Sanando Heridas y las Bienaventuranzas.
Le damos infinitas gracias a Dios por su fidelidad, fue una experiencia inolvidable que nos lleno de gozo.
Quedó sembrada la semilla de Hombres y Mujeres de Futuro en estas tierras. Nos manifestaron el deseo de que se continúe y confiamos en que hombres y mujeres de Colombia, tendrán la oportunidad de viajar a estas remotas tierras, para traer un mensaje de esperanza y reconciliación a muchas personas que lo necesitan.
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